El verano es una época del año que muchos estudiantes esperan con ilusión, ya que supone el fin de las clases, los exámenes y las obligaciones académicas. Sin embargo, el verano también puede ser una oportunidad para repasar lo aprendido, avanzar en los contenidos del próximo curso o preparar alguna asignatura pendiente. Estudiar en verano tiene muchas ventajas, como mantener la mente activa, reforzar la memoria, mejorar el rendimiento, evitar el olvido y el estrés, y ganar confianza y seguridad.
Pero, ¿cómo estudiar en verano sin que se convierta en una tortura? ¿Cómo compatibilizar el estudio con el ocio, el descanso y la diversión? ¿Cómo superar las dificultades que supone el calor, la falta de hábito o la tentación de hacer otras cosas? Aquí te damos algunas técnicas que te pueden ayudar a estudiar en verano de forma eficaz y agradable.
1. Planifica tu tiempo de estudio
El primer paso para estudiar en verano es organizar tu tiempo de forma realista y flexible. No se trata de estudiar todo el día ni de dejarlo todo para el final, sino de encontrar un equilibrio entre el estudio y el ocio. Para ello, puedes hacer un calendario o una agenda donde anotes tus objetivos de estudio, tus actividades y tus compromisos. Así podrás distribuir tu tiempo según tus prioridades, tus necesidades y tus preferencias.
2. Establece una rutina de estudio
El segundo paso para estudiar en verano es crear un hábito de estudio que te ayude a mantener la constancia y la disciplina. Para ello, es conveniente que estudies cada día a la misma hora y en el mismo lugar, siguiendo una serie de pasos o fases. Por ejemplo, puedes empezar por leer el tema, luego hacer un resumen o un esquema, después repasar lo más importante y por último hacer algunos ejercicios o preguntas. Así podrás aprovechar mejor tu tiempo y tu energía.
3. Elige un lugar adecuado para estudiar
El tercer paso para estudiar en verano es buscar un espacio cómodo, tranquilo y ordenado para estudiar, donde no haya ruidos ni distracciones que te impidan concentrarte. También es importante que el lugar tenga una buena iluminación, ventilación y temperatura, para evitar el cansancio o el malestar provocado por el calor. Además, debes tener a mano todo lo que necesites para estudiar, como libros, cuadernos, lápices o diccionarios.
4. Adapta tu ritmo y tu método de estudio al tipo de contenido y al objetivo que persigues
El cuarto paso para estudiar en verano es ajustar tu forma de estudiar al tipo de contenido y al objetivo que persigues. No todos los contenidos requieren la misma profundidad ni la misma estrategia de estudio. Por ejemplo, si quieres repasar lo aprendido durante el curso, puedes hacer una lectura rápida y global del tema, subrayando lo más importante y haciendo algún ejercicio o pregunta. Pero si quieres avanzar en los contenidos del próximo curso o preparar alguna asignatura pendiente, debes hacer una lectura más detallada y analítica del tema, haciendo un resumen o un esquema y repasando con frecuencia.
5. Varía tus recursos y tus actividades de estudio
El quinto paso para estudiar en verano es diversificar tus recursos y tus actividades de estudio, para evitar el aburrimiento y la monotonía. No te limites a usar solo los libros o los apuntes de clase, sino que busca otras fuentes de información o de aprendizaje, como revistas, internet, vídeos, audios o juegos. Tampoco te limites a leer o a memorizar lo que estudias, sino que haz otras actividades más dinámicas e interactivas, como hacer resúmenes o esquemas, subrayar lo más importante, hacer preguntas o ejercicios, repasar con un compañero o con un adulto, o aplicar lo que aprendes a tu propia experiencia o a tu entorno.
6. Estudia en grupo o con ayuda
El sexto paso para estudiar en verano es estudiar en grupo o con ayuda, siempre que sea posible y conveniente. Estudiar con otras personas puede tener muchas ventajas, como compartir dudas, opiniones o conocimientos, motivarse mutuamente, aprender de los demás, divertirse y socializar. Sin embargo, también puede tener algunos inconvenientes, como distraerse, perder el tiempo o depender de los demás. Por eso, es importante que elijas bien a tus compañeros de estudio, que establezcas unas normas y unos objetivos comunes, y que respetes el ritmo y el estilo de cada uno.
7. Descansa y diviértete
El séptimo paso para estudiar en verano es descansar y divertirte. Estudiar en verano no significa renunciar al ocio, al descanso y a la diversión, sino combinarlos de forma equilibrada. Por eso, es importante que dediques tiempo a hacer otras cosas que te gusten o te relajen, como salir con tus amigos, practicar algún deporte, leer algún libro, ver alguna película o jugar a algún juego. Estas actividades te ayudarán a desconectar del estudio, a recargar las pilas y a mejorar tu estado de ánimo.
8. Evalúa tu progreso y recompénsate por tu esfuerzo
El octavo paso para estudiar en verano es evaluar tu progreso y recompensarte por tu esfuerzo. Al final de cada día o de cada semana, puedes hacer un balance de lo que has estudiado, lo que has aprendido, lo que te ha costado más o menos, lo que te ha gustado más o menos, lo que has hecho bien o mal, y lo que puedes mejorar o cambiar. Así podrás detectar tus fortalezas y tus debilidades, y ajustar tu plan de estudio según tus resultados. También puedes darte un premio o un reconocimiento por tu trabajo, como algo material o inmaterial que te haga sentir bien y te anime a seguir estudiando.
9. Aprovecha los recursos que te ofrece el verano
El noveno paso para estudiar en verano es aprovechar los recursos que te ofrece el verano, como el buen tiempo, la naturaleza, los viajes o las fiestas. Estos recursos pueden ser una fuente de aprendizaje y de motivación, si sabes cómo usarlos. Por ejemplo, puedes estudiar al aire libre, en un parque, en una terraza o en la playa, aprovechando la luz y el calor del sol. También puedes estudiar temas relacionados con el verano, como la geografía, la historia, la cultura o la ecología de los lugares que visitas o de las fiestas que celebras. Así podrás disfrutar más del verano y aprender más sobre él.
10. Sé positivo y confía en ti mismo
El décimo paso para estudiar en verano es ser positivo y confiar en ti mismo. Estudiar en verano puede ser un reto, pero también una satisfacción. Por eso, es importante que tengas una actitud positiva hacia el estudio, que lo veas como una oportunidad y no como una obligación, que te fijes metas alcanzables y no imposibles, que te felicites por tus logros y no te castigues por tus errores, y que te diviertas mientras aprendes y no te aburras ni te frustres. También es importante que confíes en ti mismo, que creas en tu capacidad y en tu potencial, que te esfuerces por mejorar y no por compararte con los demás, y que te valores por lo que eres y no por lo que sabes. Así podrás estudiar en verano con más ganas y con más éxito.
Como ves, estudiar en verano no es una misión imposible ni una pérdida de tiempo, sino una oportunidad para aprender más y mejor. Siguiendo estos pasos, podrás estudiar en verano de forma eficaz y agradable. Recuerda que estudiar en verano es una decisión personal y voluntaria, que depende de tu actitud, tu interés y tu responsabilidad. ¡Anímate a estudiar en verano!