Muchos chicos y chicas los cometen sin querer, en esta entrada te vamos a comentar 10 errores típicos de los estudiantes y cómo evitarlos. Son pequeñas cosas, y a veces no tan pequeñas, que hacen que te sea difícil sacar buenas notas, o inlcuso aprobar los exámenes con la mínima nota. Y es una pena que pase esto, sin tan siquiera darse cuenta de los fallos que cometemos en nuestra vida como estudiantes. En este vídeo te los contamos:
1.- No dar importancia a los estudios.
A veces se percibe que algunos estudiantes no entienden la importancia de ir a la escuela y van porque sólo les obligan a ir. Si un estudiante no da el valor debido al hecho de aprender es muy complicado ayudarle a superar sus dificultades. Lo primero es entender que la educación nos hace personas más preparadas para desenvolvernos en un mundo tan complejo. Si ya es complicado para personas que tienen buena formación, para quien no tiene estudios básicos se complica aún más. Cuando más sepa una persona más difícil es engañarla.
2.- Copiar la tarea de otros y hacer trampas en los exámenes.
Estas prácticas pueden hacer que aparentemente parezca que vas superando obstáculos, que estás avanzando a ojos del resto de las personas y crees que estás cogiendo un atajo para llegar a donde quieres llegar, pero realmente lo que haces con eso es cavar un pozo del cuál es muy difícil salir. tarde o temprano tendrás que demostrar el nivel que se supone que tienes. ¿Te imaginas estar en un gimnasio aprendiendo kárate o judo, y que te vayan regalando los cinturones sin hacer los exámenes y sin estar capacitado? ¿Te enfrentarías a un cinturón negro por el hecho de que aparentemente tú también lo eres? Además te arriesgas a ser amonestado por el profesorado según el reglamento de tu centro, cuyo castigo podría ser la expulsión del mismo. ETC.
3.- Suponer que algo es muy sencillo para ti.
Muchos alumnos por diferentes causas pueden tener conocimientos previos relacionados con un contenido o una asignatura, y dejan de prestarle atención, dejan de esforzarse, arriesgándose a meter la pata y suspenderla. Es precisamente en las fáciles donde podemos destacar y obtener mayores notas, de esa manera subir la nota media global. Hay muchos casos de alumnos que por relajarse en estudios que han considerado sencillos, han acabado abandonando porque se les había acumulado tanta materia suspensa, que consideraron que no tenían posibilidades. El abandono por creer que algo es imposible es un tipo de distorsión cognitiva que tratamos en otra entrada de esta página.
4.- No pedir ayuda.
Hay alumnos que no preguntan en clase, no piden ayuda a otras personas por timidez, por presiones de compañeros de clase poco recomendables, por miedo, etc. Se van con la duda, y en ellos queda sin poder resolverla y sin la intención de buscar quien les ayude. Los profesores están en las aulas para enseñar y resolver dudas, si nadie expresa duda entienden que todo el mundo ha comprendido el tema que se ha dado. Siempre que tengas una duda en un detalle concreto de lo que ha explicado un profesor o profesora, tienes que preguntar en el mismo día o en otro momento. También puedes comentar con compañeros o buscar en internet, pero nada mejor que la duda te sea explicada por la misma persona que la generó en ti. Si te quedas con dudas podría generarte problemas más adelante en temas más avanzados y relacionados con el que te ha generado dudas.
5.- No prestar atención en clase.
Relacionado con el punto anterior se suele decir que si nadie en clase tiene dudas, es porque nadie ha estado prestando atención. Un alumno o alumna se pasa muchas horas al día en las aulas, unas 25 a 30 horas semanales, horas que sirven para ahorrarte horas en casa a la hora de prepararte los trabajos, tareas y exámenes relacionados con tus asignaturas. Es absurdo no estar prestando atención cuando luego cuando estés haciendo los deberes te asalten muchas más dudas que a aquellas personas que si estuvieron prestando atención y tomando notas. Además, está demostrado que no prestar atención en clase aburre más que hacerlo, cuando un alumno está metido mentalmente en la lección, está escuchando, trabajando las tareas que dice el docente, está entretenido y su tiempo pasa más rápido. Además, gran parte del esfuerzo de aprendizaje se reduce. Sin embargo, estar en clase mirando pero pensando en otras cosas sin saber de qué se esta hablando es una fuente de aburrimiento muy grande, desesperante, pensando sólo en la hora en la que sonará la campana. Estar atento en clase hace que prepararse los exámenes sea más sencillo que si vas a las clases sólo porque te obligan a ir. Si eres de los que se aburren en clase y se la pasan distraído en otras cosas, deberías cambiar el chip y ver cómo resolver ese problema, puedes hablarlo con tu profesor/tutor u orientador del centro, si lo hubiera, para que te pueda ayudar.
6.- tener demasiadas actividades fuera de la escuela.
Muchos padres están obsesionados con tener a los hijos ocupados por las tardes con diferentes actividades por diferentes motivos: aprender más, practicar deporte, tenerlos lejos de malas compañías, de las calles, etc. Todo eso puede estar bien, es comprensible, quieren lo mejor para sus hijos. Ahora bien, demasiadas actividades tampoco es bueno. No se puede estar 5 horas todas las tardes saliendo de un lugar a otro: el deporte, la clase de idiomas, la música, la academia, etc. Incluso hay casos de alumnos que faltan a clases porque les toca ir a jugar partidos a otras provincias o comunidades. Las actividades extraescolares son excelentes, pero todo en la vida debe tener un punto medio. Hay que dejar un tiempo para que el alumno se pueda organizar como estudiante en su casa, aprenda a aprender. Hay que diferenciar entre hacer los deberes, estudiar e ir a una academia; un profesor o profesora particular es de buena ayuda si trabaja con el alumno a resolver dudas, sin embargo a veces, que por masificación de algunos centros esa ayuda se limita a hacer los deberes e irse a casa, desaprovechando el verdadero poder que reside en un profesor particular.
7.- Juntarte con un grupo de personas que no te conviene.
A nadie le gusta que le digan con quien debe juntarse o con quien no, de hecho, suele ser en algunas familias un problema que da muchos dolores de cabeza. En un tema polémico, a veces, porque las personas tenemos derecho a tener los amigos que queramos, en menores de edad es una fuente de conflictos entre padres e hijos. Independientemente de eso, en este caso hablamos de lo que el estudiante tiene que reflexionar para si mismo, la regla mental para poder saber quien le conviene o no está en esta pregunta: ¿el estar con esta o estas personas hace que vaya peor en mis estudios?, si la respuesta es afirmativa, no necesitas que nadie te lo diga. Tenemos que tener la capacidad de saber qué nos conviene, y si respetamos el punto primero en este listado, tenemos que tener muy claro que nuestros estudios son lo primero. Un amigo o amiga de verdad es aquella persona que se preocupa por ti, si tienes que estudiar respetará eso, si estás siendo una persona muy dejada en los estudios te lo comentará. Una persona que sólo nos anima a hacer cosas que sólo nos perjudican, como drogas, delincuencia, faltar a clases, etc. ese tipo de compañías nunca se pueden considerar amistades sanas. Hay intentar no dejarse llevar por la presión de grupo, por hacer cosas sólo porque los demás las hacen.
8.- Esforzarse lo justo para aprobar.
Muchos estudiantes no usan todo su potencial en la escuela, es lo que se conoce en el ámbito escolar como la Ley del Mínimo Esfuerzo. Una vez que se inicia el curso tantean la dificultad de la asignatura, y van avanzando lo mínimo para aprobar raspado, aun pudiendo sacar buenas notas, prefieren pasar el día con otras cosas para distraerse.
9.- Tener una mala actitud.
Es uno de los peores errores que se puede cometer, en muchos casos encontramos alumnos que a pesar de estar preparados como para sacar buenas notas, su actitud hace que se tire por la borda. Hay casos leves y casos muy graves que pueden acarrear problemas muy serios para el estudiante, suponiendo lamentablemente, incluso el fracaso o el abandono escolar. Una persona que es incapaz de controlar su genio y las actitudes que hacen que se interrumpa una clase, moleste a compañeros y compañeras, a profesores y profesoras, sus padres, otras personas, etc. le costará mucho logras unos mínimos objetivos en los estudios, en el trajo y en la vida en general. Si tienes este problema puede ser aprovechado por otros compañeros para traerte problemas, lo ideal es buscas a alguien con quien hablar para buscar un camino que te ayude a superarlo, un profesor o tutor, un orientador escolar, tus padres, etc.
10.- Estudiar sólo unos pocos días antes de un examen.
Dependiendo del nivel educativo, de la persona, de la asignatura, etc. Estudiar los dos o tres días antes de una prueba escrita es casi prácticamente asegurar el suspenso, sin embargo, es una práctica muy extendida entre estudiantes de educación secundaria. Lo confían todo a unas pocas tardes de estudiar muchas horas, a su memoria a corto plazo y echarlo todo a suertes. En algunos casos acaban desesperados porque es más temario del que pensaban con conceptos que ni recuerdan haberlos dado en clase y se dejan llevar por la tentación de copiar en el examen. Como vemos un error puede llevar a otros.
No es recomendable por ejemplo que el último día antes del examen estudiar demasiadas horas, o pasarse la noche despierto estudiando, porque se corre el riesgo de ir al examen agotado, con mucho sueño y con todas las ideas mezcladas en la cabeza. Entonces, ¿Cómo hay que hacerlo? Hay que tener una rutina de estudios diaria de leer y repasar lo que se ha dicho en clase, apuntar dudas y preguntarlas al profesorado el próximo día. Diariamente hay que ir leyendo y tocando todo lo que se vaya explicando, y a medida que vaya pasando el tiempo leer y practicar ejercicios, si los hubiera, un poco lo que se dio la semana anterior, de manera ligera. Y a medida que se acerque el examen hacer repasos, de lo que ya leímos. Hay muchos sistemas de repaso que explicamos en otras entradas en esta página. Pero en resumen, si dejas todo a última hora estudiarás mucho de golpe y asimilarás poco.
Si lees y repasas ligeramente de manera diaria, obtendrás mejores resultados porque los contenidos se van asentando poco a poco en tu mente, y controlarás mejor los temas. Lo mejor de todo, es que lo que aprendas poco a poco se te quedará en tu memoria de largo plazo más tiempo, y eso es muy bueno, porque cuando te toquen temas más avanzados basados en eso, tu base será lo suficientemente buena como para aprender lo nuevo de manera más sencilla.